miércoles, 18 de octubre de 2023

Yo te diré

Esperas tanto de mí, que en ese esperar de mí, me inventas sin apreciar lo que ya sí soy. Porque no me ves a mí. Sólo esperas de mí, a modo de condición, que para tú ser feliz, yo deje de ser yo y que sea así o que sea asá. 

Esperar, no es compartir y nace del sufrimiento cuando te dices:  "Sé así, como quiero yo. (Que además no te diré cómo ser y tendrás que adivinarlo tú...). ¡Yo no quiero sufrir, por lo tanto cambia tú! ¡Hazme feliz, tú! Te elegí para que te conviertas en mi idea ideal, ¡y no para que seas tú!. Piensa en mí, tú no importas, ¡importo yo!. ¡Mi felicidad pasa porque tú cumplas mis expectativas! ¡Debes ser lo que yo quiero! ¡Encaja tú , pues es lo que yo necesito de ti! Cambia para que yo sea feliz aunque, tú, te pierdas en el intento. Lo que yo espero de ti, es más importante que lo que tú eres ya.

Esperas tanto de mí, que a tus ojos,  dejo de ser yo, en vez de hacer un recorrido de acercamiento y aceptación mutuos. Valorando lo que sí somos, sin esperar lo que no seremos.

Sí, nos asusta menos cuando creemos que podemos controlar algo: el cómo deben ser los demás, lo que debe suceder… Este intento de control, puede dar cierta sensación de seguridad a nuestros miedos, pero no es real. Es un autoengaño y un chasco anunciado: ¿acaso tú, puedes decidir que llueva?, ¿cuántas veces te hacen caso?, ¿tienes control absoluto sobre tus intestinos?. Confiar es arriesgado y asusta…es cierto, y aun así la realidad nos insiste y dice que nadie tiene tal control sobre nada de lo que sucede.. Y ese nadie, no tiene excepción: te incluye a ti.

Sí, nos asusta más pensar que querer pueda llegar a doler, pero esconderse en las condiciones de un ideal inalcanzable, para ambos, sólo llena la relación de juicios, frustraciones y decepciones. 

Sí, es valiente hacerlo así: decidiendo construir amor . Porque el amor se decide. Y porque el amor se construye.

Y sí, ahora seremos dos desconocidos con ganas de conocerse: 

Te diré, cuéntame quién eres, cuéntame qué te mueve y qué te duele. Yo te contaré que no vengo a doler. También te diré lo qué a mí me duele para que tengas precaución ahí y seas cuidadoso. Te contaré mis ilusiones y también te dejaré ver quien soy.

Cuando aún seamos dos extraños cuéntame qué quieres. ¡Y sé sincero ahí, pues vamos a permitirnos dejar de ser extraños!

Para ello, no te adaptes a lo que crees que espero yo de ti, ni te inventes a ti para que yo me forme un idea errónea de ti. Por mi parte, haré lo mismo.

Dime a qué estás abierto y a qué no. Démonos el uno al otro la posibilidad sincera de decidir si queremos construir juntos o acabar este café.

Yo te diré que, para mí, construir significa querer querer a partes iguales.

Que para mí significa, mostrar mis más y mis menos, sin temer a tu rechazo. Ver yo los tuyos como verás tú los míos.

Que si uno de mis más o de mis menos topa contigo, estoy dispuesta a hablarlo, y repararlo, pero para construir un nosotros: no para deconstruirme a mí.

Te diré que estoy dispuesta a transitar mis miedos, a no esconderme y hacerme visible para ti,  si tú no me escondes en fantasías que no podré alcanzar.

Te diré que tendré unos límites claros que no serán para tí, sino que serán para no descuidarme a mí, mientras construyo contigo. De igual manera me gustará saber cuáles son los tuyos. Apreciaré que me los expliques. Saberlos, nos ayudará a los dos, a respetarnos a nosotros mismos, a respetarte yo a ti y a que me respetes tú a mí.

Te diré que si decidimos construir juntos, me seré más fiel de lo que me he sido a mí en el pasado. Que mi compromiso es tan sincero conmigo como lo será contigo.
Te diré qué seremos cuatro construyendo… que yo no romperé mi relación conmigo en mi tiempo contigo y tú tampoco romperás la tuya contigo durante el tiempo que decidamos construir juntos: será, pues, un auténtico pacto de fidelidad 360.

También te diré que deseo,  si decidimos construir juntos,  que no sea a ratos muertos. Porque a mí me gusta la estabilidad y mi aspiración es conectar e intimar a largo plazo.

Te diré que me gusta hablar pero que conecto en los silencios. Que mi filtro para querer construir está en los silencios cómodos y no en los silencios capciosos.

Te diré de mí,  que me puedes decir lo que sea, porque no me asusta escuchar para conocerte: aprenderte es lo que  me permitirá cuidar bien de ti .  Al igual que yo me dejaré conocer por ti.  
Te diré que a través de la escucha será sencillo negociar, entre tú y yo, cómo queremos construir nuestro propio nosotros.

Te diré y te prometeré que habrán conflictos. Que en ocasiones no estaremos de acuerdo. Que en algún momento no nos soportaremos. Que estaré cansada, malhumorada o desanimada. Y aún así, te prometo también, que estaré abierta a comunicarnos, a entendernos y a recuperar la armonía y la ilusión por construir.

Te diré que me prometo, a mí,  respetar tu parte en la ecuación: No esperaré de ti que me salves, como yo tampoco no lo haré contigo. No asumiré responsabilidades que no son mías ni te adjudicaré las mías a ti. Lo que sí te podré prometer, a ti, es apoyarte y estar a tu lado cuando me necesites. Y así como sabré dar, sabré recibir.

Te diré que te diré, las cosas que me incomodan en lugar de callarme o hablar mal de ti a terceros, para que juntos encontremos una solución conjunta. 
Prometo que mi responsabilidad será tan grande contigo, como lo es conmigo.

Te diré que en mi intención no estará que te sientas mal estando conmigo. Al igual como te prometo irme, si tú me haces sentir mal a mí y no encontramos un acuerdo.

Prometo poder vivir sin ti, pero escogeré y preferiré  vivir junto a ti.

Prometo que cuando ya no quiera cumplir mis promesas, te lo diré.

Te diré que no exigiré de ti que pienses como pienso yo. Pero sí, que en nuestras diferencias podamos encontrar consenso y unión, si es tu decisión al igual que sea la mía, construir un nosotros propio.

Y dime, ¿qué dices, tú? Te escucho…



martes, 19 de enero de 2021

Pero vamos a ver…. ¿Confías o no confías?


Nos conocemos, y nos consideramos amigas en un tris tras.

Al poco tiempo, zascarrasca y sorpresón. Me tocas lo que yo considero que no se debe tocar...

Eso me hace repasar mi postura frente a  la confianza:

Me lo pienso, reflexiono y llego a la conclusión de que todos merecemos una segunda oportunidad y que bueno…lo vamos viendo.

Al fin y al cabo, ambas estamos en un proceso sensible, en el que  imperan las heridas.

Además gracias a ese evento, comprendo y aprendo, que la confianza es una extensión de la vulnerabilidad, y por  lo tanto, no se regala sin más a cualquiera.

Y así pasan los días. Y, los meses.

Creamos un vínculo estrecho y un fantástico feedback, pero aun así….según el qué… todavía me rechina… de vez en cuando.

Lo achaco a mis propias neurastenias, ¡claro está! Pues quien mejor que yo para ser objeto de culpas, propias o ajenas (por favor, léase con la ironía con la que se ha escrito). 

Cargar con el famoso hay algo mal en mí, siempre es más cómodo que asumir que la persona que tienes en frente no la consideras confiable.

Y así pasan más días. Y, más meses.

Cositas de aquí y cositas de allá, me chirrían en tus comportamientos, en tu verborrea y en tus actitudes.

Recuerdo señalártelo en alguna ocasión…

La manera en la que me cuentas como te relacionas. Las cosas que dices en automático. El tono de voz cambiante cuando buscas la respuesta que crees que espero. Sin querer fijarme, lo veo… Algo hay, que me niego reconocer: no confío en tus reacciones.

Por qué en ti, ¡sí confío! Son tus reacciones las que me ponen los pelillos como escarpias.

Pero seré yo…que tengo mis movies con la desconfianza: Ella dice que nunca haría algo así. Ya. Aun así, no es una persona que diga y haga lo mismo. Ya... pero yo tampoco lo hago siempre de los siempres. Ya… pero ella tiene una necesidad brutal por gustar. Ya… y quién no. Ya… pero para ella pasa por una necesidad, y eso me escama. Ya…

Y pasan muchos más días. Y, algunos meses más.

Y de pronto, un momentazo tuyo me hace clic y yo te entrego de manera consciente mi confianza plena:La que no regalamos al tuntún. La de verdad. La que tenemos para dar, una sola vez.

Y a los pocos días…

Me vuelvo a sentir desconcertada por los acontecimientos.

¿He de confiar en las casualidades? aidontnou

¿He de justificar tu proceso por encima de mi bienestar? Yo creo que no.

Y porque esta vez, me apetece más simplificar que enroscarme en las posibilidades para justificar al prójimo, lo voy a resolver al más puro estilo Mr. Crous: 

- ¿Confías o no confías?


-No.

-Pues ya está.

viernes, 6 de septiembre de 2019

copio, corto y pego

Heridas en acción. Autoestima off. Miendos on fire. Comportamientos que nos hacen ser emocionalmente no disponibles, en un poema:

"(...)
Quería decirte las palabras más hondas que te tengo que decir, pero no me atrevo, no vayas tú a reírte.
Por eso me río yo de mí mismo y desahogo en bromas mi secreto.
Sí, me estoy burlando de mi dolor, para que no te burles tú.

Quería decirte las palabras más verdaderas que te tengo que decir,  pero no me atrevo, no vayas a no creerme. 
Por eso las disfrazo de mentira, y te digo lo contrario de lo que te quisiera decir.
Sí, hago absurdo mi dolor, no vayas a hacerlo tú.

Quería decirte las palabras más ricas que guardo para ti, pero no me atrevo, porque no vas a pagarme con las mejores tuyas.
Por eso te nombro duramente y hago alarde despiadado de osadía.
Sí, te maltrato, de miedo que no comprendas mi dolor.

Quería sentarme silencioso al lado tuyo, pero no me atrevo, no se me vaya a salir el corazón por la boca.
Por eso charlo y disparato y me escondo el corazón tras de mis palabras.
Le pego a mi pena rudamente, no vayas a pegarle tú.

Quería irme de tu lado; pero no me atrevo, no vayas a conocer mi cobardía.
Por eso llevo alta mi cabeza y paso como distraído junto a ti que con el rayo constante de tus ojos renuevas siempre mi dolor.

(...)"
 
Rabinranath Tagore



domingo, 11 de agosto de 2019

HERIDAS: ¿ERES CAPITÁN O MARINERO?


Cada uno de nosotros,  actúa según sus necesidades.

Y ¿qué son las necesidades?  Es cubrir una carencia. Y esta carencia tiene  su origen en nuestras heridas emocionales: rechazo, abandono, humillación, traición e injusticia.

Cuando actúo desde mis necesidades puedo dar voz a la situación que me genera una emoción, desde mi autoestima o desde mis heridas.

sábado, 10 de agosto de 2019

CHOQUE Y FUGA DE HERIDAS


Aviso importante: la idea que presento a continuación es una teoría muy básica para algo muy complejo como son las relaciones interpersonales. Que nadie caiga en el absurdo de ver la luz y empezar a tocar heridas a ver, si así, alguien me hace caso. #MongueradasLasJustas.

sábado, 13 de julio de 2019

La luz de las tardes de Julio


Es la luz de las tardes de julio la que me hace esperar.

No es una espera activa.

Es una espera que espera.

Sin más.                                                                                                            

EL ARMA DE PROTECCION MASIVA.


Imagina una situación donde te ves sumergido y sobrepasado  por los porqués, por los isis y por todas las fabulas en las que te empeñas en que todo sea como tú quieres, y, que aun por encima recibes mensajes contradictorios de #LlámaloX. 

En este supuesto, es muy probable que entres en modo drama de destrucción: La duda.